Después de esperar varios días y viajar a Valparaíso, conocer Viña del Mar e ir finalmente a Isla Negra, fue aprobada la visita a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Santiago de Chile.
Recibí dos comunicaciones desde Bogotá, para sustentar la visita, remitidas por la Red Nacional y Regional de Veedurías Ciudadanas y Control Social, La Red de Veedurías de Ríos y Cuencas y de la Asociación de Usuarios de Rio Bogotá, Olga Cabrera, Jorge Achury y el Ingeniero Hernando Robles, quienes representan estas organizaciones y con la colaboración de Martha Luquez, de la Contraloría General de la Republica de Colombia. No pude hacer transmisión en directo, pues si bien todo el tiempo me dijeron que si, con diplomacia, me distrajeron hasta que se termino la visita. Pero hay fotos, grabaciones y video. Quede contento con la visita realizada.
La explicación del gerente general adjunto de la Planta Antoine Fabre, quien me sirve de guía en el recorrido hace una explicación del funcionamiento de la planta, mostrando en la maqueta cada uno de los espacios que tiene. Sorprende entonces saber que esta llega hasta el tratamiento terciario y me explica como y con que se hace.
Me llevo el señor Antoine Fabre, hasta la "torre de control de la planta", recordé el día que fuimos a la PTAR Salitre en Bogota, nos pasearon por toda la planta, pero hasta ahora no conocemos este sitio neurálgico. Muy interesante y no quise extender ni aprovechar de mas el hecho de estar allí.
El haber visto tantas aves en el área de la “planta” me hizo preguntar al gerente, sobre su presencia. Así que me comentó que allí colaboraba una experta en el tema ambiental. Después de la hora del almuerzo, se acercó la ingeniera ambiental, Melina Ibañez, quien acepto conversar sobre las aves que están acostumbradas ya a la presencia de las personas.
El señor Antoine Fabre me sirvió de guía por la planta y me llevo en su vehículo por varios sitios como el observatorio desde donde se puede ver todas las instalaciones.
Cuando salimos fuera de la planta estuvimos conversando con algunos campesinos que cultivan la tierra y utilizan las aguas que salen de la Planta de la Farfana. Sus comentarios son contradictorios en algún momento, pero expresan lo que al interior de la planta es una preocupación y es la calidad del producto que deben entregar.
Entre los lugares que
recorrimos fue una carretera perimetral que nos llevo cerca del lago artificial
que construyeron y que esta lleno de aves acuáticas.
Mis conclusiones y
comparaciones entre la PTAR Salitre de Bogotá y la PTAS de Santiago de Chile.
-1. La
planta de Santiago es más completa que la construida en Bogotá. Atiende las necesidades
de descontaminación llevando el proceso hasta la descontaminación de patógenos.
-2. El tamaño de esta es el doble de la bogotana y atiende un promedio de 8
metros cúbicos por segundo es decir, atiende el 50 % de las necesidades de lo
que produce la ciudad. -3. La planta al generar agua tratada hasta la etapa
terciaria, ofrece agua a los agricultores que están rio abajo. -4. El uso de
los lodos producto de este tratamiento es entregado a las organizaciones de
agricultores para el uso de abonos. Es decir que se puede y en Bogotá no son
claros con las intenciones técnicas del proceso.
Como colofón, innumerables aves permanecen o visitan la planta buscando alimento o viviendo en la laguna artificial aledaña a la planta. Esto me parece significativo. Hay universidades que tienen a sus alumnos con proyectos directos y referentes a estas aves.
Como colofón, innumerables aves permanecen o visitan la planta buscando alimento o viviendo en la laguna artificial aledaña a la planta. Esto me parece significativo. Hay universidades que tienen a sus alumnos con proyectos directos y referentes a estas aves.
5. Los
gases producto de los digestores son enviados al centro de Santiago para el uso
domestico, comercial, institucional e industrial.
En esta presentación se puede
ver los alcances de esta planta.
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Gabriel Eduardo Cortés Rincón | Crea tu insignia
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