El sábado víspera del día del padre, llame a mi amigo Gabriel, uno de los fotógrafos, pues Manuel el socio no me pudo contestar, y le pregunte que haría el domingo, el claro tenia preparada una actividad con su padre. Nos despedimos y no paso un minuto cuando el me llamo para preguntarme que haría mas tarde.
Yo le dije que no tenia mas
actividad que actualizar mi blog, entonces me dijo que estaba acreditado
en la celebración de esta gran orquesta chilena y me invitaba a que lo acompañara,
con la eventualidad de acreditarme para ingresar para tomar fotos.
Fueron varios conjuntos musicales que acompañaron el evento.
Y el conjunto de grupos fueron bastantes y buenos.
La noche se inicio con la música a partir de las 8 de la noche.
Yo no imaginé que oiría mucha música que en Colombia se escucha todos los días, pues son melodías de compositores de allá y ahora tengo dudas de cuales son chilenas y cuales no, pues suenan muy bien en Santiago.
Fueron varios conjuntos musicales que acompañaron el evento.
Y el conjunto de grupos fueron bastantes y buenos.
La noche se inicio con la música a partir de las 8 de la noche.
Yo no imaginé que oiría mucha música que en Colombia se escucha todos los días, pues son melodías de compositores de allá y ahora tengo dudas de cuales son chilenas y cuales no, pues suenan muy bien en Santiago.
Recién llegamos con Gabriel,
el siguió al lugar que le indicaron como fotógrafo y yo me dirigí al sitio del
público. El me había recomendado llegar con mi cámara fotográfica, así que tome
las primeras fotos. Había pocas personas cuando arribamos al sitio. Pensé que
habría poca asistencia. Estaba en esos pensamientos cuando se me acerco un
joven que me solicito le tomara una foto a el y su pareja. Me dijo, -
colombiano, me colabora, yo soy de Bogotá. Le dije – yo también, y a partir de
ese momento fueron varias horas de diversión y compañía pero además por su
manera, convoco a todos quienes estaban cerca de nosotros a bailar. Fue un rato
divertido. Cuando fuimos al sanitario me había pedido que consiguiera el número
telefónico de una joven chilena, hermosa ella y estaba acompañada de sus
padres, que parecían dos celestinos interesados en encontrarle una pareja.
Andrés, en los sanitarios portátiles ubicados en un extremo de esta antigua
estación de tren, si bien estaban repartidos para hombres y mujeres, ellas por
estar en mayor número no tuvieron inconveniente en esperar turno en el costado
de sanitarios para hombres. Pues vio que había ingresado alguien, acercándose
hasta la puerta y le abrió un poco la puerta. Era una joven que no esperaba que
le sucediera esto. Claro, Andrés, dijo – que algo le había visto y que lo tenia
cortico. En ese momento los innumerables observadores silenciosos, rompieron en
carcajadas. Cuando una amiga de la victima de este chance colombiano ingreso a
su respectivo sanitario, fue a sostener la puerta para que este colombiano,
simpático no le fuera a abrir la puerta. Cuando ya nos retiramos de allí,
Andrés me recordó si ya tenía el número de esta chica. Se lo dicte e
inmediatamente le hizo la primer llamada. Claro la compañera de este no sabia aún
que Andrés le estaba siendo desleal.
Finalmente muy cerca de las 3
de la mañana se retiraron en medio de una situación tensa entre ellos y allí quedamos
los nuevos amigos que nos hicimos. Llegue al hotel bastante temprano en medio
de una lluvia tenue y con temor me abordara algún personaje amigo de lo ajeno,
pero no aconteció nada lamentable.
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