jueves, 17 de mayo de 2012

Cusco Puno




Le pedí al conductor que me dejara por ratos sentarme en el puesto del conductor de relevo. Tuve todo el panorámico para registrar las fotos que se me antojara. Con lo que no contaba era con los insectos que chocan y su golpe lastimosamente los mata, quedando su huella en ese vidrio. 

Fue un viaje al inicio sorprendente, pues recorrí por segunda vez un tramo que no imagine, pues volví a pasar por Cusipata, y vi nuevamente el mismo paisaje que me encanto, pues en la visita a Cusipata, a la chacra de los padres de Cristian, había recorrido el mismo camino. 

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