Por esta, Argentina tiene su nombre y su rio mas importante. Y lo paradójico es que esta en Bolivia.
Hacer la transformación hasta
convertirnos en unos seudo mineros, fue un ejercicio interesante. Disfrazarnos
y convertirnos en humanos que se introducen en la tierra, fue una metarmofosis
no solamente física sino también en la medida que Sol nos daba instrucciones y
en especial cuando fuimos entendiendo el carácter de la visita, ahí se
transformo en una sensibilización que nos llevo a dimensiones no previstas.
Tener en la mano dinamita, que usan casi a diario estos seres, sabiendo que en Colombia, si bien se usa mucho en la minería, teniendo esa cantidad de historias violentas de explosiones, me hicieron entrecortar la voz cuando hice referencia al tema.
Tener en la mano dinamita, que usan casi a diario estos seres, sabiendo que en Colombia, si bien se usa mucho en la minería, teniendo esa cantidad de historias violentas de explosiones, me hicieron entrecortar la voz cuando hice referencia al tema.
Ver dinamita en una tienda me
aterro. Pero Sol nuestra guía lo hizo con tal naturalidad que me
acostumbre a verla cerca. Algo parecido sucede cuando uno en Colombia le dan
coca. Claro diferente a “cocaína”. Cuando se comparte momentos con los hermanos
indígenas, como lo hicimos en Nabusimake, la planta sagrada de America, se
convierte en algo familiar.
En esta ocasión sabiendo que los mineros necesitan de ambos elementos para producir. Usan la coca para trabajar dentro de la mina y la dinamita, para ampliar sus socavones.
En esta ocasión sabiendo que los mineros necesitan de ambos elementos para producir. Usan la coca para trabajar dentro de la mina y la dinamita, para ampliar sus socavones.
Caminamos dentro de la mina cerca de dos kilómetros nos dijo Sol, nuestra guía.
Dentro de la mina, el universo es limitado. Se
perciben olores diversos, desde el sudor de las personas, como la acumulación
en algunas ocasiones de gas carbónico producto de la respiración de muchísimas
personas que están dentro, tanto trabajadores, que según nos informo Sol
asciende a 14000 mineros.
La cultura dentro de
estas minas tiene una tradición de muchos años. Sin contar con el sincretismo
religioso que seguramente ha producido ritos, leyendas y costumbres que se
viven dentro de estos socavones. Esto lo explica Sol al lado de un especie de
fetiche en un lugar donde hemos llegado arrastrándonos por un paso muy
estrecho.
Ya fuera de la mina, se respira un aire distinto y el
alma ha percibido nuevas formas de afrontar la vida, que sorprende cuando se ha
estado dentro.
Las fotos de los amigos: de Elien Declercq y Camilo
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